Me ha sido confiado el corazón de una niña

Este blog será mi espacio, lejos de los comentarios de Twitter y Facebook, donde vacíe algunas de mis ideas y sentimientos. Y también será un diario digital, donde mis hijos y quizá un par de curiosos más, puedan leer lo que me inquietaba, emocionaba o agradaba en cierto momento de mi vida.

Hoy tengo 43 años. Revisé el blog con Jorge Daniel, mi hijo, que tiene 9. Es el bebé que sale en las fotos de las primeras entradas que publiqué sobre ser madre. Me di cuenta que no había publicado nada acerca de Sofi, y decidí hacer algo al respecto.

El mundo ha cambiado. Han pasado años entre cada publicación. No he sido disciplinada para escribir. Pero eso no importa. Aquí estoy, hoy. Queriendo compartir fotos y sentimientos sobre Sofía Isabel, mi segunda hija, quien hoy tiene ya 7 años.
Sofi modelo, 2014, 3 años, Mayan Golf Club
Sofi artista, 2013, 2 años, Nursery Las Abejitas

Sofía tiene una personalidad muy linda. Es una niña decidida, de carácter fuerte y con mucho liderazgo. Siempre ha sido muy creativa (tiene ideas espectaculares) y con un gran talento para el arte, desde los 2 años.

Pero lo más inquietante acerca de Sofía, es esa complicidad que tenemos por ser chicas, las 2. En la noche, después de leer un libro (recientemente leímos El Principito. Ella no entendió algunas partes, pero la inquietaba y le daba una tremenda curiosidad conocer a dónde iba a viajar después el pequeño príncipe...) nos abrazamos y damos besos. Es un abrazo de cómplices, un abrazo a veces para perdonarnos si nos hemos enojado o gritado durante el día. Es un abrazo para sellar nuestro pacto de contarnos todo, lo más que se pueda, por siempre. Un pacto para amarnos y respetarnos como mujeres, y un pacto hasta de ser honestas y aprender juntas, siempre.

Luego apagamos la luz y ella me pide que no me vaya todavía. A veces tiene pesadillas, pero esa no es la razón por la que no quiere que me vaya. Se siente delicioso compartir ese calorcito de estar acostadas juntas. Es nuestro momento solas. Nuestro momento especial.

Gracias a Dios por mi hija y por lo que ella me ha enseñado. Espero yo ser una guía amorosa y firme, para ayudarla a brillar con luz propia. PD: En segunda entrada publicaré fotos de Sofi ahora, a sus 7 añitos. En algunas entradas futuras, quizá hasta publique algo sobre un tercer integrante de la familia, nuestro perro Solivan, quien llegó a casa en 2016.

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