Mi niña, mi amor

Esta es Sofi hoy. Hace unos días fue su segundo show de ballet en el Teatro Nacional. A veces me pregunto si Sofi es feliz. La verdad es que esa pregunta me la hago desde que tengo 5 años, y me la hago cuestionándome acerca de las personas a mi alrededor.

 "Creo que uno nunca es totalmente feliz, nunca dura mucho tampoco. Uno es feliz por ratitos como la canción que decía mi mamá: "ahí en la fuente había un chorrito se hacía grandote se hacía chiquito". Así es la felicidad, a veces grande, a veces no existe".Elena Poniatowska

En realidad, creo que la madurez me ha hecho entender la felicidad de forma distinta. Sofi es feliz, sí lo es. A veces no lo es, como todos los seres humanos. Lo que sí sé es que es una niña amorosa, sensible e inteligente. Son 3 elementos importantes para mi. Amorosa porque no hay nada más poderoso que el poder amar, de verdad (no hablo del amor romántico) sino que el amor fuerte y repetuoso, hacia adentro, hacia uno mismo y hacia afuera. Segundo, sensible, pues para vivir en este mundo, junto a esta humanidad compleja y “defectuosa” es importante tener los ojos y corazón abiertos, no pasar indiferente por la vida, como un zombi, sin pensar en los que están a mi alrededor. Tercero, inteligente pues no hay paso a la sabiduría sin un granito de inteligencia, de disposición a aprender y conocer cosas e ideas nuevas. Ahí hay crecimiento.

Te ami hija. Estoy feliz de acompañarte en este viaje de la vida.